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Los tigres y los leones, dos de los grandes felinos más imponentes, exhiben comportamientos sociales radicalmente opuestos. Los tigres son cazadores esencialmente solitarios, que establecen y defienden vastos territorios que pueden extenderse por cientos de kilómetros cuadrados. Su independencia les permite cazar con sigilo y reducir la competencia directa por las presas.
En contraste, los leones son los únicos felinos que viven en estructuras sociales complejas denominadas "manadas" (prides). Estos grupos están compuestos por hembras emparentadas, sus crías y machos adultos. La vida en comunidad les proporciona ventajas cruciales, permitiéndoles cazar, acicalarse y defender su territorio de forma colectiva gracias a sus estrechos lazos sociales
Fuentes: @cienciainexplicable
