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Este viernes, una serie de ataques aéreos sacudieron varias ciudades de Irán, incluyendo Natanz, Kermanshah y Teherán, afectando instalaciones militares y nucleares. Al mismo tiempo, las fuerzas armadas israelíes informaron sobre la activación de sirenas en la Alta Galilea tras la interceptación de un dron iraní. La situación ha generado incertidumbre en la región, con reportes de víctimas y daños significativos.
Las causas y responsables de los ataques aún no han sido confirmados oficialmente, pero medios iraníes reportan que altos mandos militares, incluido el general Hossein Salami, han fallecido. Mientras tanto, Estados Unidos ha negado cualquier participación en los hechos. Expertos advierten que esta escalada podría afectar las negociaciones nucleares entre Irán y Washington, previstas para el domingo en Omán.
La comunidad internacional sigue de cerca los acontecimientos, ante el riesgo de una mayor confrontación. La ONU evalúa convocar una reunión urgente del Consejo de Seguridad, mientras que Irán y Israel mantienen un estado de alerta máxima. La posibilidad de una respuesta militar y sus consecuencias a largo plazo generan preocupación en la región y el mundo.