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Un avión Boeing 737-800 de la aerolínea canadiense WestJet realizó un aterrizaje forzoso el pasado domingo 7 de septiembre en el Aeropuerto Internacional Princesa Juliana, en la isla caribeña de Sint Maarten. El vuelo, que había partido desde Toronto con 164 pasajeros a bordo, sufrió el colapso del tren de aterrizaje derecho durante la aproximación final, lo que provocó daños visibles en el fuselaje y obligó a activar los protocolos de emergencia.
El piloto declaró una alerta “mayday” antes del impacto, y la tripulación logró detener la aeronave al final de la pista. Los pasajeros fueron evacuados sin que se reportaran heridos graves, aunque permanecieron dentro del avión por casi una hora antes de ser asistidos por los equipos de emergencia. La ministra de Turismo de Sint Maarten supervisó personalmente la operación de rescate y la reubicación de los pasajeros en hoteles locales.
La Junta de Seguridad en el Transporte de Canadá (TSB) inició una investigación formal para determinar las causas del incidente. La aerolínea confirmó que la aeronave permanecerá en tierra hasta que se completen las inspecciones técnicas y reparaciones necesarias. El aeropuerto, que opera con una sola pista, tuvo que suspender temporalmente sus operaciones, afectando vuelos de otras aerolíneas como American Airlines y KLM.
