SMOKING
En la madrugada del domingo 7 de julio, el barrio Las Granjas, en Neiva, fue escenario de una nueva edición de su tradicional alborada, a pesar de la oposición expresa de la Junta de Acción Comunal (JAC) y parte de la comunidad. El evento, que había sido suspendido en años anteriores tras la muerte de un asistente en medio de disturbios, se llevó a cabo ante todo pronóstico, con música, pólvora y participación masiva.
La JAC había advertido sobre la falta de garantías para controlar el evento, citando antecedentes de riñas, consumo de alcohol por menores y daños a la propiedad. Sin embargo, vecinos y organizadores informales decidieron continuar con la celebración, que forma parte de las festividades sampedrinas y tiene un fuerte arraigo cultural en el sector.
Aunque no se reportaron incidentes graves en esta edición, las autoridades locales mantienen la vigilancia sobre este tipo de eventos no oficiales, que si bien representan una expresión popular, también han sido foco de controversia por su impacto en la seguridad y el orden público. La alborada de Las Granjas sigue siendo un símbolo de resistencia cultural, pero también un llamado a la reflexión sobre la convivencia ciudadana.