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El líder espiritual ruso Sergei Torop, conocido como Vissarion y autoproclamado como el “Jesús de Siberia”, fue condenado este lunes a 12 años de prisión en un campo de alta seguridad por un tribunal en Krasnoyarsk. El fallo marca el fin de una etapa de más de tres décadas al frente de la Iglesia del Último Testamento, grupo que llegó a reunir más de 10.000 seguidores, muchos de ellos asentados en la comunidad llamada Ciudad del Sol.
Torop, quien fue oficial de tránsito antes de iniciar su movimiento espiritual en 1991, fue declarado culpable de extorsión, abuso psicológico y explotación sistemática contra miembros de su comunidad. Durante el juicio, la Fiscalía presentó testimonios que revelan cómo algunos adeptos fueron inducidos a rechazar asistencia médica, entregar bienes materiales y someterse a estrictos códigos de vida impuestos por el líder.
Junto a Torop también fueron sentenciados dos colaboradores cercanos, Vadim Redkin y Vladimir Vedernikov. La decisión judicial fue celebrada por exmiembros del culto y organizaciones de derechos humanos como un precedente importante para frenar prácticas coercitivas disfrazadas de fe. Las autoridades rusas aseguran que seguirán investigando posibles ramificaciones financieras del grupo en otros países.
