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La velocidad al caminar podría revelar la edad del cerebro
Investigaciones han demostrado que la velocidad de marcha no solo influye en la salud física, sino también en el envejecimiento cerebral. Estudios sugieren que quienes caminan más lentamente presentan cerebros más pequeños y diferencias estructurales clave. Además, la prueba de velocidad al caminar puede ser un indicador de fragilidad y una herramienta para evaluar la respuesta a tratamientos médicos.
Expertos advierten que una disminución abrupta en la velocidad de marcha puede estar relacionada con problemas de salud subyacentes, como enfermedades crónicas o pérdida de movilidad. Según datos recopilados por investigadores, la velocidad promedio varía con la edad, descendiendo progresivamente a partir de los 50 años. A nivel poblacional, esta variable se ha vinculado con la esperanza de vida: los hombres con velocidades más lentas a los 75 años tienen solo un 19% de posibilidades de vivir 10 años más, frente al 87% de quienes caminan más rápido.
Más allá de un simple hábito, caminar rápido podría ser una clave para el envejecimiento saludable y una mejor calidad de vida.
